Distintas poblaciones indígenas habitaron la Patagonia miles de años antes de la llegada de los españoles. Su cultura no era adelantada, por lo cual hoy sólo quedan algunos vestigios de esas poblaciones como depósitos funerarios, escrituras rupestres, cuevas, lugares de labores de piedras o conchillas. Las más fehacientes referencias de los antiguos pobladores se han encontrado en los yacimientos arqueológicos de El Juncal, al Este de la Provincia de Río Negro, muy cercano a la ciudad de Viedma. Allí fueron hallados los "cráneos negros", así llamados por la impregnación de sales que recibieron en su largo entierro. En sus principios la zona era un área de transición de dos razas indígenas muy diferentes entre sí. Una provenía de la zona pampeana y la otra de la zona andina del Pacífico: los Tehuelches y los Mapuches argentinos y chilenos.
Los tehuelches habitaron desde el Río Colorado hasta los canales magallánicos, se encontraban divididos en distintos grupos, algunos se asentaron en territorio signado por fuertes vientos, inviernos muy fríos y escasez de agua, lo que les impedía cultivar la tierra, por lo que estas condiciones y características climáticas tuvo como consecuencia en ellos llevar la vida de nómade, es decir que iban cambiando de lugares según encontraban más alimentos para sobrevivir, eran por sobretodo cazadores de guanacos y avestruces, hablaban la lengua del grupo ken y poseían un físico muy desarrollado, lo que les dio el nombre de “Patagones”, con la cabeza angosta y la cara alargada.
Los Mapuches (nombre que significa gente de la tierra), eran bajos y robustos, de cabeza ancha y cara redonda, además tenían un superior nivel cultural al ser de costumbres sedentarias, eran cazadores y agricultores y tenían conocimientos de tejidos y alfarería. Originariamente habitaban en territorio chileno, recién en el siglo XVIII, llegaron los invasores españoles a tierras sureñas y fueron empujados a aprender a montar a caballo, a realizar tareas que los españoles les asignaban y también se trasladaron a otros lugares, así es como llegan a la Patagonia argentina, lo que marcó el comienzo de la agonía de los Tehuelches. Ocuparon el norte de la Patagonia y el sur de la llanura pampeana, se mezclaron con los tehuelches y los pampas, dado que eran más evolucionados culturalmente, les impusieron sus costumbres, su lengua y finalmente terminaron avasallándolos y copando sus territorios, todo esto sumado a la colonización española y a la incorporación de los rasgos blancos determino el fin de los Tehuelches.
Estas son algunas de las poblaciones originarias de la Patagonia, la historia de esta región es más amplia e interesante de conocer, en la actualidad en algunas regiones como en Calafate se conservan algunos rasgos de la cultura originaria, como por ejemplo la gastronomía, muchos restoranes ofrecen entre sus principales platos el chucrut, fondeu y el raclette. Conocer la cultura de los destinos donde uno elije para visitar es también formar parte del lugar y otra manera de disfrutar sus paisajes y conocer a sus pobladores.
Natalia Cabrera.
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