Dentro de esta alternativa se destaca Santiago de Chile, la ciudad capital del país enclavada en el Valle del Maipo, con una interesante e intensa actividad para que llenes de atractivos y lugares para visitar cada uno de los días de tu estadía. A escasas distancias de la ciudad también encontrarás una variedad de locaciones enclavadas en bellos entornos naturales, para que logres
un contacto directo con la naturaleza.
Uno de esos lugares para disfrutar y atesorar momentos inolvidables es la Hacienda Los Lingues, que se ubica en el valle deColchagua, el mismo donde se encuentran algunos de los mejores viñedos del país gracias especial microclima. La hacienda espera la llegada de los visitantes para brindarles estadía en sus cuidadas dependencias, además de ofrecerles la continuidad de la calma que ofrece el entorno natural.
Una de las principales ventajas si deseas alojarte en Los Lingues, además de la belleza del paisaje y la tranquilidad reinante, son la variedad de atractivos cercanos a los que podrás llegar recorriendo cortas distancias. Por ejemplo, a 49 kilómetros podrás recorrer el Museo Regional de Rancagua, mientras que a tan sólo 57 kilómetros encontrarás el Museo de Arte Precolombino deColchagua. Si deseas dar rienda suelta a la diversión, el Casino de San Francisco de Mostazal se ubica a menos
de 40 minutos de distancia, al igual que el casino de Santa Cruz.
Y como en esta región la producción de vinos es una de las actividades económicas destacadas, también podrás hacer interesantes visitas a los viñedos y bodegas cercanas. Algunas excursiones recomendadas para los turistas son las Rutas del Vino que recorrer el Valle de Colchagua, el de Cachapoal y también el Valle de Curicó.
Seguramente tus vacaciones en esta hacienda serán inolvidables por la comodidad y el encantador ambiente del que disfrutarás durante tu estadía. Podrás optar por alojarte en alguna de sus habitaciones y suites, todas ellas con amplios espacios interiores y una cuidada ambientación.
La decoración de los dormitorios tiene como base la utilización de muebles antiguos, alfombras y gran cantidad de detalles y adornos confeccionados en plata y oro, lo que te hara sentir en un viaje a través del tiempo hacia el Chile de la época colonial. Además de las suites Doña Julieta, Don Germán , Don Gregorio, Blanco Encalada ,Suite Argomedo, Doña Josefina, Misia Marie Louise, Don Toribio, Doña Ester, Don Mateo, Suite Conde de la Conquista, , La Abuela, La Biblioteca y La Billa, esta hacienda cuenta con cuatro habitaciones más en el sector denominado como “La Casita”.
Todas las habitaciones están confortablemente equipadas con camas de tipo King o Queen size, o bien camas dobles o singles. Además todas cuenta con baño privado, están adecuadamente climatizadas para las diferentes épocas del año y están especialmente iluminadas. Otros servicios disponibles son la conexión a internet de alta velocidad y la conexión telefónica de tipo central.
Sumado al placer de alojarte en un espacio especial, en la hacienda podrás realizar diferentes actividades al aire libre, como por ejemplo, ver una exhibición de caballares, dar un paseo a caballo, así como también realizar un recorrido en mountain bike o simplemente disfrutar del sol nadando en la piscina.
Si eres amante del deporte, en el predio también podrás jugar al tenis en la cancha privada, y si en cambio prefieres ampliar tus conocimientos sobre la historia de la zona, puedes optar por realizar un tour cultural en el predio y en los lugares cercanos.
Es que esta hacienda es un reflejo de la historia misma del país y sus vaivenes. En ella podrás conocer cuáles son las características de las tradicionales casonas de los sectores rurales de Chile, sobre todo aquellas que se desarrollaron en la etapa de dominio colonial. La construcción fue realizada con elementos como paja y barro, con las paredes pintadas de color rojo y así
se mantienen a pesar de las restauraciones realizadas a través de los años, con el objetivo de preservar su estilo constructivo original.
En la hacienda también se mantiene la tradición de criar finos caballos, una actividad que se inició a fines del siglo XIX con el cuidado de estos animales con sus diferentes razas, que los españoles introdujeron en el país y en todo el continente. Por eso durante el día podrás disfrutar de ver las tareas de adiestramiento de los caballos, además de la tradicional doma, mientras la música chilena más tradicional suena de fondo y te ofrecen los mejores platos y tragos de la región.
Fuente imagen: Wikipedia
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